La oficina de farmacia en nuestro país es una concesión administrativa regulada por unas leyes que establecen unos mínimos de distancias y habitantes por oficina de farmacia. En contrapartida l@s farmacéutic@s debemos prestar el servicio de custodia y dispensación de medicamentos. ¿que es lo que falla en este engraje? Resumido en 4 puntos: 1.- La Generalitat de Catalunya, con los impuestos que pagamos, debe hacer frente al pago de los medicamentos que consume la población y que han sido pautados por un médico del CatSalut. 2.- La Generalitat de Catalunya dice que no tiene dinero y que no puede pagar, entre otros, a la oficina de farmacia los medicamentos que ya ha dispensado. 3.- El farmacéutico tiene la OBLIGACIÓN legal de dispensar, aunque la Generalitat incumpla su otra obligación legal, que es pagar. Por tanto el farmacéutico negocia con sus proveedores y pide crédito al banco es decir, SE ENDEUDA para seguir prestando servicio. 4.- Cuando se le acabe el crédito al farmacéutico este no podrá adquirir más medicamentos. El problema no es exclusivo de la oficina de farmacia, tras nuestra ruina, viene el desabastecimiento de medicamentos de la población. Para más información web del colegio oficial de farmacéuticos de Barcelona aquí web de la Generalitat de Catalunya aquí web de la FEFAC aquí