La receta electrónica en Catalunya, con más de un año de recorrido, es un sistema en el que el médico introduce en el sistema informático, la medicación que tomará su paciente durante un tiempo concreto. Actualmente tiene una penetración total en los centros de asistencia primaria y supone en torno al 90% de las recetas dispensadas en las farmacias catalanas. En la receta electrónica se identifica al usuario mediante el CIP¹  que está situado a mano izquierda. A mano derecha hay un código de barras con 20 dígitos que es el código de seguridad. Es importante tener en cuenta que este código de seguridad cambia cada vez que el médico realiza alguna corrección en la receta electrónica, por tanto hay que traer a la farmacia siempre la última receta electrónica generada. Las anteriores quedan automáticamente anuladas. Con ambos datos, CIP y código de seguridad el farmacéutico desde su ordenador accede al servidor para descargarse la información volcada por el médico. En su formato papel, la receta electrónica tiene toda la información que será accesible para el farmacéutico. Se detalla así el medicamento prescrito (incluyendo el número de comprimidos que contiene la caja, por ejemplo) la duración del tratamiento y  la posología (es decir, con que frecuencia se ha de tomar el medicamento). Cuando el medicamento es retirado de la oficina de farmacia el sistema informático CUENTA, teniendo en cuenta la posología y el número de unidades en el envase,  cuantos días va a durar la caja dispensada y por tanto NO permitirá que se dispense una nueva caja hasta que se haya consumido un porcentaje importante de su contenido. Al pie de la receta electrónica hay una línea que informa del coste anual del plan de medicación prescrito y una serie de mensajes institucionales para racionalizar el uso del medicamento. Con este sistema, la administración sanitaria recibe información sobre médico prescriptor, paciente, oficina de farmacia, farmacéutico dispensador y medicamento. Con ello puede, lógicamente, controlar el gasto sanitario pero también realizar estudios sobre enfermedades, tratamientos, guias farmacoterapéuticas y realizar correcciones al respecto. El farmacéutico dispone por primera vez de una herramienta que le permite acceder a todo el plan de medicación activa del paciente y por tanto puede evaluar con mucho mayor criterio los problemas relacionados con el medicamento que incluyen aspectos como la indicación, efectividad y  seguridad ( ver tercer consenso de Granada sobre PRM) http://farmacia.ugr.es/ars/pdf/374.pdf Gracias por leernos!     ¹El código CIP es el código de identificación personal, constituido por las 2 primeras letras del primer y segundo apellido seguido por un 0 o un 1 en función del sexo del paciente, la fecha de nacimiento y un número de tres cifras resultado de un algoritmo.